Año: 1998
Compañia: Nintendo
Volvamos más de diez años
en el pasado. Al año 1998 para ser más exactos. Una época donde los gráficos en
tres dimensiones aún se encontraban en su pubertad. Una prueba de resistencia y
adaptación para grande clásicos que marcaron hitos en ocho y dieciséis bits. Ahora pensemos en Nintendo. La empresa
de videojuegos más grande y reconocida del cosmos. Juegos transformados en clásicos instantáneos. Clásicos instantáneos
que se convirtieron en grandes sagas. Títulos como Super Mario, Castlevania,
Metroid, Donkey Kong y un favorito de los gamers
más fanatizados: The Legend of Zelda.
Nacido de la mente de
Shigeru Miyamoto, considerado como uno de los dioses de la industria de los
videojuegos, “La leyenda de Zelda” vio la luz en 1986 para la vieja y querida
Nintendo clásica, más conocida como la “Nes”. Invitada esperada de todas las
consolas que la marca ha sacado al mercado (a excepción de la fallida Virtual
Boy), algunas veces mejor y otras no tanto, pero nunca decepcionante.
Este juego nos ponía en
la piel de Link, un espadachín de la tierra de Hyrule, de aspecto infantil y
rasgos élficos, embarcado en una odisea para vencer al malvado Ganon y evitar
que se apodere de la Trifuerza.
Link vs Ganon. |
Si bien en los
videojuegos el género RPG (Role Playing Game) es anterior a Zelda y hoy en día
cuenta con muchísimas sagas reconocidas en su haber (como Dragon Quest, Final Fantasy
y Dungeons and Dragons), los componentes básicos del estilo, que demandan
tiempo y paciencia para completarlos, encontraron un estilismo y encanto con
esta aventura que no se había visto antes en las consolas.
A principios de los
noventas, la primera entrega de este título para la Super Nintendo (SNES),
llevó la franquicia a otro nivel de gráficos y complejidad que pareciera habían
alcanzado su zenit. Con la aparición de los 64 bits, la expectativa por una
nueva historia del héroe de Hyrule generaba tanta impaciencia como escepticismo.
¿Sobreviviría Link a su
más grande desafío: la transición al mundo de las tres dimensiones?
Con el nombre “La leyenda
de Zelda: ocarina del tiempo”, esta nueva entrega no solo colmó las
expectativas, sino que elevó la saga a un nivel que antes parecía inalcanzable,
transformando algo ya gigante en gigantesco.
Hyrule se veía colosal en
su nuevo formato con sus bosques, civilizaciones submarinas, verdes valles,
desiertos y montañas. Nuevos habitantes y personajes por descubrir, así como
nuevos artefactos, armas, argumentos
narrativos y desafíos. La nueva tecnología también permitía una banda sonora
más desarrollada que terminaba por cerrar la atmósfera épica que conlleva el
juego desde su primera entrega. El tema principal de este título, compuesto por
Koji Kondo (otro dios del panteón musical de los videojuegos), se ha vuelto tan
reconocido como las bandas sonoras de John Williams.
Link y la "Espada Maestra". |
Aunque la cronología de
la saga es motivo de discusión entre los fanáticos de la misma (inclusive el
orden oficial publicado por Nintendo es sumamente confuso y deja muchos cabos
sueltos) “The Legend of Zelda: Ocarina of Time” ha pasado a transformarse en
una pieza de arte con sus diseños, personajes, escenarios y música que, aunque
un tanto envejecido, mantiene su reputación y belleza a pesar del paso de los
años.
Mientras exista Nintendo
existirán Link y Zelda, Ganon, la Trifuerza, Hyrule y la “Espada Maestra”.
Aunque la tecnología evolucione y nuevas entregas sean llevadas un paso más
allá, no cabía duda para ningún gamer,
que en 1998, el mundo de los videojuegos como lo conocíamos había cambiado para
siempre.